El intrincado sistema de ciclos y
epiciclos concebido por Ptolomeo, contravenía la noción aristotélica de
perfección de los cielos, frente a la corrupción de la Tierra.
A pesar de ello, la Iglesia adoptó el
"Modelo Ptolemaico", con la
Tierra en el centro del Universo, porque con ello, se
reconocía el papel preponderante que Dios había otorgado al hombre en el
esquema de la creación.
Incluso la esfera de las estrellas fijas,
con su rotación cada 24 horas podía explicarse como una creación divina para
deleite de los hombres.
Para la Iglesia Medieval, no
existía contradicción alguna en atribuir a la intervención de una ángel la
rotación de la Bóveda Celeste
No hay comentarios:
Publicar un comentario